El Feng Shui trata de equilibrio, de
equilibrar la energía de nuestro entorno para favorecer nuestro equilibrio. En
este sentido el Feng Shui trabaja con los 5 elementos: madera, fuego, tierra,
metal y agua.
Según la sabiduría china todo está
compuesto por estos 5 elementos incluidos nosotros mismos, y la base de nuestra
felicidad y armonía es su equilibrio.
Cada elemento representa un tipo
específico de energía con unas propiedades y características concretas, estando
todos ellos interrelacionados.
En base a lo expuesto es importante
lograr en nuestro hogar y negocio dicho equilibrio para crear un
entorno óptimo para nuestro bienestar. Para ello el Feng Shui trabaja desde los
materiales y colores hasta las formas y tamaños, siempre con el objetivo de
lograr el equilibrio de los 5 elementos para que el Qi (energía) fluya de forma
óptima y equilibrada.
Es importante que en todas las estancias de la vivienda tengamos
equilibrados los 5 elementos. Y dependiendo de la función u objetivos para una
estancia en concreto se potencie un poco más algún elemento para activar en
nosotros una cualidad por ejemplo la creatividad, introspección, coherencia,
etc.
Para ello el Feng Shui tiene que tener en cuenta la orientación de nuestra
vivienda (escuela Bazhai -brújula), las energías temporales y espaciales que la
afectan (escuela Xuan Gong – estrellas voladoras), el exterior de la vivienda (dónde
está ubicada y lo que tiene a su alrededor), el mapa Bagua y la distribución de
él en la vivienda y la forma y distribución del plano. El tener en cuenta todas estas
variables nos garantiza la adecuada armonización de nuestra vivienda y negocio.
En los siguientes posts hablaré más en concreto de cada uno de los 5
elementos. Mantente informad@ de las publicaciones
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Émer Roures